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HUMOR
Pobre coyote
monĂłlogo
Hoy quiero contaros la historia de un pobre ser, que durante toda su vida ha recibido tortas, bofetadas, golpes, ha sido objeto de vejaciones y malos tratos, le han estafado y humillado, ha vivido numerosos fracasos y decepciones... vamos, que ha llevado una mierda de vida.
No me refiero a mĂ, no... aunque bien podrĂa. Estoy hablando del “Canis GilipĂłllibus”, más conocido como coyote, que se ha pasado toda sus vida persiguiendo al “RapidĂsimus Incapturábilis”, tambiĂ©n llamado Correcaminos. Pobre bicho... pobre bicho el coyote, claro. ÂżCĂłmo se puede ser tan capullo? ÂżPero, quĂ© le ha visto al pajarraco ese? Joer, si tiene menos carne que la cadena de una cisterna, está escuchimizado. Pero claro, si uno se fija, se dará cuenta de que en los episodios del Coyote y el Correcaminos, no salen más bichos, sĂłlo están ellos dos. Y claro, algo hay que comer, pero coño, el coyote lo tiene bien fácil. En casi todos los episodios le pone al correcaminos la misma trampa. Un montĂłn de maĂz en el suelo, que yo no sĂ© de donde narices lo saca, pero lo pone. Al lado, un cartel que dice “COMIDA GRATIS”, luego arriba, un yunque atado con una cuerda, que pasa por una polea, y yo tampoco se donde carajo engancha la polea, y luego la cuerda va atada a un árbol. Entonces la cosa es asĂ: Llega el correcaminos, se come el maĂz, el coyote corta la cuerda, pero el yunque no se cae, se pira el correcaminos, el coyote llega abajo a ver por quĂ© narices no se cae el yunque, y cuando está poniendo más maĂz para que vuelva el Correcaminos, el yunque se suelta, y el capullo del coyote en vez de apartarse a un lado, ÂżquĂ© es lo que hace?... saca una sombrilla. Y claro ¡Prrtz! (Esto significa aplastamiento de coyote). ¡Pero coyote, so gili! ÂżNo ves que el Correcaminos se come el maĂz? ¡Coño, pues Ă©chale cianuro! Y ya está, pájaro envenenado, se le hierve bien, para quitarle el efecto del cianuro, te lo comes y a gozar. Pero es igual, porque aunque el Coyote pudiera comerse alguna vez al Correcaminos, no iba a disfrutar de esa comida agusto, porque ese bicho va siempre tan acelerado, que la digestiĂłn iba a ser asĂ: “Ñam, ñam, mic, mic, piñaaaaooooooo, prrrtzzzzzzzzz” (Gesto de comer, digerir a toda pastilla y expulsar por el ojete) Pero además el Correcaminos es un cabroncete, porque cada vez que le falla una trampa al Coyote, que es SIEMPRE, ÂżquĂ© es lo que hace? Se acerca al coyote, que ya está chamuscado o troceado, le saca la lengua (blump, blump) y luego se pira. O sea, que además se le cachondea. Pues que le den, anda y que no hay mejores cosas que hacer. Luego, hay otra cosa. El Coyote es el mejor cliente de la casa ACME, porque anda y que no le compra aparatos por correo para cargarse al Correcaminos. Joder, y todo se lo venden defectuoso. Los cacharros de volar no vuelan, las bombas le explotan en la cara, todo se le vuelve del revĂ©s. Coño, que los demande, se saca una pasta y luego se va a comer a un restaurante de lujo... pero claro, en otro sitio. Porque los de Warner Brothers son tan cabrones, que han puesto a perseguirse al Coyote y al Correcaminos en el cañón del Colorado, donde no hay un puñetero restaurante, ahora, que precipicios, todos los que quieras, y no hay episodio en que el Coyote no se caiga por dos o tres barrancos de estos. Joder, que los pongan, no sĂ©, en el desierto del Sáhara, que estará más plano, digo yo. Pero estoy seguro, que aunque los pongan ahĂ, el Coyote seguirá cayĂ©ndose por los precipicios, y es que la gracia de estos dibujos no está en coger al Correcaminos, no. La gracia está en putear al Coyote, y el pobre lo Ăşnico que quiere es comer. AsĂ que despuĂ©s, voy a hacerle una visita al Coyote y le voy a hacer tres recomendaciones. Primera, que se presente a las Olimpiadas del 2004. Con la cantidad de carrerones que se ha pegado detrás del Correcaminos, tiene un entrenamiento que se hace los mil metros lisos en menos de diez segundos. Y venga a ganar trofeos, medallas, y pasta gansa. Se convierte en el amo de la pista. Segunda, que se cambie de serie. Que se dedique a perseguir al Porky Pig, o al Pato Lucas, que por lo menos tienen más chicha, sobre todo el Porky. Ese sĂ que es lento, pero hasta para hablar. “Que me pi... que me pi... que me pipipipipipilla el cocococo.....” y antes de que acabe de decirlo, ya se lo ha jamado. Y ahĂ hay jamĂłn pata negra para una temporada, Âżeh? Pero al Correcaminos ÂżquĂ©? como no le chupe las canillas...... Tercera recomendaciĂłn, que se dedique a la canciĂłn, como su colega, el Coyote Dax, el de “no rompas más... mi pobre corazĂłn” Se gana una pasta cantando, Âżeh? Y si no, mirad cuántos animales se han dedicado a esto de la canciĂłn. El Puma, el CamarĂłn, La Mosca, el Pulpo, los Elefantes, los Escarabajos Ingleses... si, hombre, los Beatles. Y bueno, para finalizar os quiero recomendar algo a vosotros (refiriĂ©ndome al pĂşblico) A la salida os entregarán unos impresos para rellenar, porque queremos recaudar cinco mil firmas, a ver si le organizamos un banquetazo al Coyote, que el pobre se lo merece, amĂ©n de hacerle un monumento a la perseverancia, que tambiĂ©n se lo merece. El plato fuerte del banquete será, obviamente, el Correcaminos, yo creo que ya va siendo hora de que se lo coma, aunque sĂłlo sea por humanidad. Porque mirad donde ha terminado el pobre... ¡comiendo palitos de Mikado! que bueno, pueden estar muy ricos, pero el bicho necesita algo con más sustancia... Venga, seamos todos solidarios, y asĂ podremos salvar al Coyote que está en peligro de extinciĂłn. SĂ, sĂ, se va a morir de hambre... ¡pero por ser gilipollas! Buenas noches. << volver
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