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LA CITA DEL DIA

La reconciliación es más bella que la victoria.

Violeya Chamorro
HUMOR
Paco León
Nacido en el barrio sevillano de Parque Alcosa en 1974, es principalmente conocido por la serie de t... más
HUMOR
Chistes
...
Va un señor manejando a 160 Km por hora y lo para el inspector del tránsito y le pregunta:
¿Cuál es su nombre?
Y le contesta:
Ja ja y me río.
El inspector molesto le dice:
No se ría, sino me dice su nombre lo llevo detenido.
Y le dice:
Ja ja y me río.
El inspector lo lleva detenido y lee la licencia de conducir que decía:
Jaime Río, tartamudo.

Una señora de unos 50 años de edad que visitaba una exposición de pintura contemplaba cada cuadro con admiración, hasta que al llegar a uno de ellos preguntó indignada:
¿Y a esto le llaman arte?
Y le contesta un edecán del lugar.
No señora, a eso le llaman espejo.
Dos amigos estaban escalando una montaña cuando de repente uno de ellos dio un paso en falso y cayó de la cima, desapareciendo de la vista del otro.

Como venían equipados con equipos de radio, el otro trató de contactarlo de inmediato con el suyo:

"¡Bueno, bueno...! ¿estás bien?"

"¡Sí, estoy bien!"

El amigo suspiró aliviado, y siguió preguntando:

"¿Tienes alguna fractura?"

"No, ninguna."

"Entonces vuelve a subir y aquí te espero."

"¡No puedo, todavía estoy cayendoooooooo!"


En un parque de la ciudad había dos estatuas, una de un hombre y la otra de una mujer. Las estatuas estaban una en frente de la otra por muchos años. Una mañana se apareció un ángel y les dijo:
Por haberles dado tanto placer a la gente de esta ciudad, les voy a conceder que vivan como seres humanos por 30 minutos para que hagan lo que ustedes quieran.
Y con esas palabras las estatuas se convirtieron en seres humanos. Se miraron, se sonrieron e inmediatamente corrieron hacia unos arbustos cercanos y se ocultaron entre las matas. El ángel se sonrió mientras oía risas y ruidos de las hojas y ramas quebrándose. Después de quince minutos salieron las estatuas, contentas y sonrientes. Algo sorprendido, el ángel mira su reloj y les dice:
Todavía les quedan quince minutos.
¿No les gustaría continuar?
La estatua macho le pregunta a la estatua hembra:
¿Quieres hacerlo otra vez?
Sonriendo, la estatua hembra le dice:
¡Sí, pero esta vez tu sostienes a la paloma mientras yo me le cago en la cabeza!




 
 
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